martes, 29 de junio de 2010

Todo depende...

Un tema del cual se habla mucho es el hecho de si un latino debe o no ponerse a cantar sus canciones originalmente escritas en español, en inglés.
Yo creo que tienen todo el derecho de hacerlo ya que viven de eso, y por ende buscarán siempre como obtener más ganacias de su música. Lo que sí me parece es que el artista tiene que dejar claro que tipo de músico es y cual es su línea de trabajo. Por ejemplo, si los artistas - como la mayoría de veces pasa con los cantantes por demás comerciales - viven de la música y solo les interesa hacer dinero, pues que así lo hagan saber a sus fans y listo, no hay ningún problema, al fin y al cabo como dije, viven de la música y no por la música. Pero si un músico presenta una propuesta más honesta y hace música porque le gusta y vive por ello, entonces sería contradictorio que cante sus canciones en inglés solo para obtener más fama y más dinero. Ahora bien, si cantan en inglés porque realmente les gusta y encuentran melodías que les llamen la atención en ese idioma o cualquier otro, pues está muy bien que lo hagan también; como ya dije en artículos anteriores, la música, cuando es hecha de forma honesta, va más allá del idioma, y es algo más emocional que nos permite sacar y expresar todo aquello que pensamos y sentimos. Para mí, todo depende del enfoque que el artista le dé a su trabajo; pienso que todo comienza con la honestidad que el músico tenga para consigo mismo.

Sí, es difícil...

Muchos son los factores que le impiden a los grupos nacionales, a los de rock me refiero, surgir e ir más allá de su sala de ensayos.
Por demás es sabido la falta de apoyo de las radios nacionales, que por lo general prefieren darle prioridad a música basura que a cualquier otra cosa. De eso no voy a hablar mucho ya que todos sabemos como se escribe la historia por ese lado. Más bien me referiré a otros factores que considero importantes; por ejemplo, ¿Cómo va un grupo a surgir y darse a conocer si no cuenta con los recursos para obtener una grabación de buena calidad para difundir su música? ¿difícil, cierto? y voy más allá: si se tuviera el dinero (a duras penas) para lograr dicha grabación, difícilmente se tendrá el dinero para conseguir instrumentos de calidad. Muchos no se dan cuenta, o simplemente no lo saben, pero un buen instrumento, con sus buenos efectos, distorsiones, etc; o una batería con su buen set de platillos, ayudan al músico a obtener un sonido más depurado y fino, características que de alguna u otra forma, consciente o inconscientemente serán percibidas por el público. Muchos se limitan a decir que en este país no hay talento, que no hay grupos buenos, ¡cierto! cierto es que hay muchos grupos malos, pero hay, en su gran mayoría, grupos muy buenos y con buenos músicos que tal vez no tienen los recursos económicos suficientes para obtener lo que ya he mencionado. Conozco de hecho grupos con propuestas bien malas que gracias a que tienen dinero logran obtener buenas grabaciones y conciertos en lugares de prestigio, lo que les facilita obtener popularidad y ganarse a la gente.
Otro factor que complica todo y que considero el cáncer del rock tico, es esa patética actitud de creerse mejor que los demás. Lo más común es que en este país si tres grupos participan de un mismo concierto, los 9, 10, 12, ó 15 músicos llegan todos con la misma actitud: "yo soy mejor que ud, mi grupo hace música y el suyo hace basura." a menos que, el grupo de en frente sea el de mi mejor amigo "ya que su grupo y el mío son los mejores de este país." Realmente son pocos los músicos que se dan cuenta de lo necesario que es el apoyo y el respeto mutuo. "Curiosamente", los músicos que se dan cuenta de esto son los que llegan más largo, mientras que los que no, se quedan siempre sin trascender. Basta con echar una mirada a movimientos como el mexicano para darse cuenta del respeto y la admiración que cada grupo siente por el trabajo del otro. Es lo más común ver elogios de arriba para abajo, de un grupo a otro, de un músico a otro, la madurez que tienen y la pasión por la música y no por ser famosos, es realmente envidiable...

martes, 1 de junio de 2010

A: "¿Música?" B: "¿Idioma? ¿De donde?" A: Otro día con más tiempito...

Que triste cuando se castra la música por su idioma o su lugar de orígen. ¿Alguna vez les ha pasado que se acercan al Dj y le piden una canción y les responde: "Lo siento, ya pasó el bloque en español." y luego decimos, pero este man lleva tres horas poniendo música y solo ha puesto tres canciones en español, y tras de todo se atreve a llamarle a eso bloque en español?

A mí me ha pasado y más de una vez. Recuerdo también a un par de amigos hablando de música, grupos y gustos en general. De repente me acerco y le digo a uno de ellos: ¿Y La Gusana Ciega? ¿Alguna vez los ha escuchado? y él me dice: "No, nunca. ¿Son buenos? Y el otro le dice: "Ni los oiga, son en español, ya con eso le digo todo." Que triste que hoy en día haya gente cerrada en ese espejismo todavía. Debo reconocer, y con cierta vergüenza, que alguna vez fui uno de esos engañados. Cuando era yo acérrimo seguidor de grupos como Nirvana o Pearl Jam, los cuales todavía me gustan - pero ya no los endioso como solía hacerlo - un gran amigo se acercó y me dijo: "mae, escuché un grupo que se llama Soda Stereo, son lo mejor que he escuchado en toda mi vida"; literalmente me le reí en la cara, disculpas implícitas por eso y él sabe quien es porque hasta hoy día me lo reclama. Tiempo ha pasado desde aquello, y hoy sé que no podría haber estado más equivocado. Y no lo digo solo por lo que representa para mí Soda Stereo y como me ha influenciado, si no porque la música va mucho más allá del idioma. La música trasciende esa barrera y se adentra en el maravilloso mundo de las emociones (lo revuelve y lo maneja a placer) en donde el idioma viene a ser como un pedazo de plasticina servido para el postre, o sea, ni siquiera existe; de no ser así, conciertos en nuestro país como el de Metallica, por citar solo un ejemplo, no habrían valido un cinco.

En cuanto al desprecio simplemente por el lugar de orígen, basta con mencionar el tema de los grupos nacionales. Cuanto talento pasa desapercibido y es segregado a salas de ensayo y escenarios de no más de veinte personas, solo porque no se le da el apoyo necesario y merecido. El pecado de esos grupos, por más buenos y talentosos que sean, es simplemente ser locales. ¡Que triste!